miércoles, 15 de noviembre de 2023

[Las Reglas de Oro de la Escritura] Extra: El Relato Erótico

 Rescato desde los verdaderos anales de la historia este bonico blog de escritura que dejé para sorpresa de nadie abandonado para dejar aquí esta recopilación de consejos para escribir relatos eróticos porque, sinceramente, es uno de mis géneros favoritos y leer una aberración que alguien catalogó como tal me hizo querer unos cuantos puntos sobre las íes.

Aquí respetamos el género y no os esperéis consejos para escribir libros como el de las 50 sombras o los de las portadas de señores fornidos sujetando a mujeres de melena al viento y vestido con una muy bien ubicada raja que deja ver su pierna perfectamente depilada... No, yo he aprendido gracias a cientos de fanfics a cada cual más intenso y bien escrito que el anterior y a escritores como mi mejor amigo que es un maestro de la narrativa y la sensualidad.

Dicho esto... ¡Aquí empiezan los consejos!


> Primera y más importante regla de todas las habidas y por haber: la violencia sexual NO es erótica. Entiende lo que constituye una violación, deconstruye tus ideas preconcebidas al respecto, lee las experiencias de víctimas, conciénciate y tómatelo muy en serio. Vamos, el consentimiento va a ser tu nueva Biblia si quieres hacer erótica. No hay nada, pero reitero nada que quite más el morbo (no, ni tan siquiera unos calzoncillos roñosos) que un personaje viole a otro y te venda el autor que eso es normal y romantizable y para nada un acto criminal y un ejercicio de violencia sobre el cuerpo de otra persona.

No violéis, obviamente fuera de vuestros escritos y dentro a ser posible tampoco, por favor y gracias.

Y si por cualquier cosa, que puede pasar, tiene que haber una escena de violencia sexual por favor os lo pido por favor, etiquetadlo apropiadamente. Avisad a los posibles lectores, que no creo que seáis conscientes de la cantidad de gente ahí fuera que ha sufrido algo similar y eso les puede hacer revivir traumas horribles o simplemente hacerles sentir mal sin venir a cuento, que muches usan la ficción como escapismo y no es el plan retraumatizarles.


> El porno es de los peores referentes si quieres hacer erótica. En serio, de los peores si no el peor. Esto da para debate largo, pero por resumir: es muy irreal, muy pocas veces usa herramientas que te vayan a servir para crear erótica y está tan pero tan sesgado para la cishet male gaze (vamos, que es por y para el único disfrute de hombres cishetero) que te va a servir de poco a nada. Si lo usas que sea para referencias concretas no mucho más. Eres mejor que eso, creo en ti
.

 

> Replantéate tu concepto del erotismo y lo que es "sexy". Parecerá una tontería, pero la mayoría de gente piensa sólo en el aspecto físico y sí les resulta atractivo o no y que el sexo por ser sexo es erótico. Por favor superemos eso que tenemos una edad ya. Estudia desde patrones en personajes que te ponen a mil a escenas de cine que son la mar de eróticas. Verás que el uso del color, los planos de cámara, la música, el tono de voz, los microgestos y mil detalles más son los que crean la erótica más allá de tener un cuerpo de supermodelo.

 

> Si haces un poco de estudio te darás cuenta de que la erótica se sustenta en tres grandes pilares: el componente visual, auditivo y sensorial. Es decir: lo que vemos, lo que oímos y lo que sentimos. Y esto es una putada porque ninguna de esas cosas es fácilmente traducida a palabras. Una imagen impacta con fuerza y rapidez, un sonido como un gemido o una frase sexy tarda más, pero acaba llegando y una sensación placentera es casi instantánea. Ah, pero leer algo...

Sí, mi querido lector, es difícil. No imposible, pero difícil sí. El truco está en "traducir" ese lenguaje al que vamos a usar nosotros que es pura letra escrita. Más o menos la cosa es esta:

 

> El componente visual se traduce en descripciones. Sí, esas que por lo visto muchos odian tanto, se siente, no soy yo, es lo que toca. Tienes que describir mucho (mucho), en profundidad, pero a la vez siendo conciso. Por el amor de todos los dioses, sé que tienes muy clara en tu cabeza la idea que quieres transmitir, pero si no la describes adecuadamente el lector no va a poder verla. No te contentes con acciones o descriptores que sean un mero adjetivo o adverbio. Párate, disfruta de lo que escribes. Si algo es importante, merece mimo (mimo = descripción). Haz comparaciones, cuenta detalles que a primera vista no se verían, pon contexto, transmíteme la idea de qué posición exacta tiene cada elemento en ese instante. Piensa que eres un director de cine con una cámara: cambia de planos, haz zoom, mira desde otros ángulos, cuéntame que hay en esa mesita de noche que tiembla junto a la cama en cada embestida... Enamórate un poquito con los detalles y tómate pausas para apreciar la imagen general.

 

> El componente auditivo tiene truco, porque la respuesta sencilla aquí sería equipararlos al diálogo, pero te voy a hacer una pregunta seria... ¿Tú conversas con la persona con la que tienes sexo? No pregunto si habláis o decís cosas, digo conversar. Pues es diálogo es una conversación, no una serie de frases dispersas así que no, no es lo mismo. Aquí tienes que ser astuto con el tempo y la forma en la que colocas esos verbos tan obvios como gemir o jadear y demás. Si al más mínimo roce haces que el personaje se ponga a gemir, pues aparte de forzado vas a hacer que los gemidos más tarde no sean nada especial. Busca cómo hacen otros autores si te sientes perdido en cómo describir cosas aparte de lo obvio, pero vamos, el truco es pensar en qué más hay en esa voz aparte de los gimoteos y recordar que cuanto más usas un recurso, más fuerza va perdiendo.

Por otro lado, antes había hablado de las conversaciones en la cama... Baby, esto es ficción, no tienes que ser realista si la realidad es bien pobre. ¡Haz que tus personajes hablen en la cama! De nuevo, no hablo de frases sueltas (y que dan un poco del vergüenza ajena para qué mentiros como el típico topicazo de "¿Te gusta, eh guarra?")  sino de diálogos propiamente dichos. Déjales interactuar, hablar de lo que hacen, lo que quieren que el otro le haga, lo que andan sintiendo... Si quieres algo más casual e incluso bonito, haz que tengan conversaciones tontas mientras lo hacen, te prometo que puede ser lo más adorable bien usado. El diálogo es el arma más poderosa para construir personajes, no lo tires por la borda simplemente porque en la vida real de corte hablar.

Eso sí, por favor, que los personajes femeninos tengan algo más que decir aparte de asentir a todo lo que le dicen y llamarse a sí mismas guarras/putitas/lo-que-sea. Por favor.

 

>  Como me explicaron una vez en un taller de creatividad para escritores, usa la regla de los 5 sentidos: si quieres que algo impacte o llegue más "fuerte" al lector, describe sensaciones relacionadas con los cinco sentidos. Los cinco, que no todo es hablar de orificios húmedos, calientes y apretados. Hay más sentidos y sensaciones en el mundo, ugh.

Ponte en la piel de un personaje y describe lo que están enfocando sus ojos en ese preciso instante (un lunar muy en concreto, los dedos de los pies curvándose de placer, un caro jarrón que por poco se cae tras golpear la mesa...), lo que se oye de fondo en la escena (la música que había preparado para la ocasión, el rechinar de los muelles de somier barato, esa llamada del móvil que necesitaba coger urgentemente pero justo ahora no... ), los olores y sabores que inundan la escena (lo salado del sudor, el toque de perfume caro que se había echado especialmente para la ocasión, el tacto de la ropa al morderla o el intenso olor a canela de la vela aromática que llevaba horas encendida) y lo que siente (física, emocional, trascendentalmente... Frío, calor, desesperación, ansia, saciedad, antojo, cada una de sus uñas marcando su espalda de arriba a abajo, saliva goteando por las comisuras, chispazos de placer por toda la columna, seda rozando la piel, un aliento enarbolado en la coronilla...). ¡Os quejaréis de ejemplos!

¡Y resárcete, joder! Coge esa sensación y elévala mucho más allá. ¡Ensálzala y haz que sea todo lo poderosa que puedas, que estás escribiendo erótica, no un cuento infantil, aquí las emociones o son fuertes o pasan sin pena ni gloria!

 

> Y hablando de cómo describir cosas: una acción que describes se presupone que continúa en el tiempo hasta que impliques que haces otra diferente. Eso implica dos cosas: la primera, que no necesitas estar diciendo continuamente que tus personajes están follando, lo damos por hecho, créeme; la segunda, que puedes alargar la temporalidad de una acción todo lo que quieras simplemente no dando paso a la siguiente aún. Ve variando posturas, momentos, escenarios para crear ese dinamismo tan necesario (al fin y al cabo, las acciones mueven la trama) pero sé listo y no vayas como en una presentación de diapositivas, dale su tiempo a cada cosa y pausa esas acciones para meter descriptores y diálogos y todo lo que se te ocurra.

Por poner un ejemplo un poco gráfico: he llegado a escribir hasta dos páginas completas donde la acción era solamente una felación, punto. En serio, si echas el freno y te pones calmadamente a exprimir un momento cualquier cosa puede volverse más de lo que pudiera parecer al principio. Y obviamente, a más contenido, más tiempo tienes para entrar en contexto y más erótico resulta todo.

 

> Un relato erótico tiene que ir de menos a más. Puede parecer algo muy tonto, pero a veces estas cosas tan tontas son las que luego crean los errores más garrafales y comunes. Yo comprendo que tengas ansia viva de llegar al momento del orgasmo que es lo que querías escribir, pero si lo primero que me describes es un momento así, más intenso… pues qué quieres que te diga, pero de ahí o vas a más o se te desinfla todo como globito pinchado. Calma, todo a su debido tiempo. Al fin y al cabo…

> Las preliminares son la clave. Aquí y en la vida real, pero especialmente aquí. A veces un relato erótico es más erótico porque tardan 50 páginas en acabar en la cama porque no hay nada más jugosito que la tensión sexual no resuelta. Además, las preliminares son perfectas para contextualizar y dar rienda suelta a las descripciones y mostrar el maravilloso trabajo de investigación que habrás hecho.



> Sobre el acto en sí no voy a decir mucho porque para gustos colores pero, bueno, puestos a hablar… No creo que te sirva de mucho plantear ahí la escena más sensual del universo para que luego pasen de misionero a perrito y a las buenas noches. De nuevo, es ficción, dale a la imaginación y explora cositas más allá. Para posiciones el kamasutra se queda corto y oye, que a veces importa menos el cómo esté colocada la cosa como lo que está pasando en sí. ¡Dale vidilla y salero, que tú puedes!
 

> Por favor haz que los dos (o más, o más…) personajes que estén en escena no tengan horchata en las venas. Que haya acciones por ambas partes. No es nada erótico tirarse una estrella de mar que sólo responde con OHs y AHs a todo. Juro y perjuro que cuando los dos personajes se tienen igual de ganas y lo demuestran implícita y explícitamente en el texto todo es mucho más sexy. Poco más que decir aquí.

 

> Y hablando de eso, otro punto cortito pero conciso: una cosa es tener un narrador personal que no tiene mucho o ningún sentido que hable de lo que siente la otra persona porque es su punto de vista y otra muy distinta que todo sea un yo, mí, me, conmigo. Mutuo, el sexo es algo mutuo. Es aconsejable pero no necesario describir lo que piensa o siente la otra persona, pero eso no es excusa para que en todo el relato apenas tenga acción alguna ni hable ni sienta ni padezca. Es una pareja sexual no una muñeca hinchable, seamos consecuentes y no nos centremos únicamente en el placer de una persona.

 

> Una cosa que se dice mucho en la escritura es que la investigación es crucial y aquí no iba a ser menos. Infórmate mucho y harás todo mucho mejor y realista. O, incluso, más que realista diría fácil de empatizar, que al final es un poco lo que buscas en el lector, que pueda fácilmente ponerse en ese lugar y sentir cositiñas. Lo que yo suelo ver mucho es que la gente dice que le preguntes a otros por sus experiencias para tener información de primera mano y tal… Y mira, no voy a decir que no pero tampoco que sí. A mí me da vergüenza ir preguntando a la gente por su vida sexual, la verdad. Internet existe así que úsalo. Busca mucho. No te quedes con el primer resultado en la búsqueda, compara unos cuantos y ve variando y buscando cosas en paralelo. Te recomiendo ante todo cualquier sitio tipo foro donde los usuarios responden a las preguntas con sus experiencias personales que al final son las que cuentan. Y si vas a preguntarle a tu amigo, por favor, hazlo con un poco de tacto.

Y no, la saliva no es un lubricante y menos para el sexo anal. Por favor abandonemos ya ese cliché.


> Esta es algo más personal pero: coge las canciones más sexys que conozcas y si no sabes de muchas, busca algunas en recomendaciones y ponte una playlist que usar mientras escribes. Ayuda porque además de ponerte en el modo (al final si la canción suena sexy es porque está usando recursos para serlo) si te dedicas a ojear las letras te pueden ayudar mucho a la hora de sacar metáforas, comparaciones, adjetivos, sensaciones y situaciones que harán maravillas en tus escritos. Os presto la mía aquí para que le echéis un vistazo, que además de tener grandes temazos es muy sensual, lo prometo.

 

> Otra un poco personal, pero la erótica es amplia y oye, un relato así normalito y mono puede hacerse sin problema. Pero si quieres de verdad crear ese gusanillo en el lector y pillarle por banda… Es complicado que lo hagas con las cosas que son más “mundanas”. Así que, si tienes claro que vas a entrar en este mundillo, bueno… Mete los piececitos en el mundillo del kink/fetiche. En serio, ahí es donde vas a sacar más juguito rico para la erótica

Sh, primera regla, mente abierta, el kinkshaming está mal, si a ti no te pone se mira a otro lado y se deja estar. Que no te pienses que vas a entrar de golpe en el Circo de las Depravaciones y de ahí a la Hermandad del Puño en el Ano, que hay un espectro en el mundillo desde lo suave a lo más duro. Kink es el vendar los ojos, es el hermoso arte del shibari japonés, es el uso de cuero o látex, es el juego de roles… Poquito a poco pero sin miedo, valiente. Ya verás que merece la pena y da mucho juego luego escribiendo… (y en la vida real, jeje)

 

> Como dicen por estos lares de internet, el porno no tiene por qué tener trama (de ahí el tag PWP, del inglés “plot, what plot?” o “¿trama, qué trama?”). Pero, óyeme, tampoco tiene por qué NO tenerla. De hecho, te reto a que la tenga. Te reto a que tu relato erótico tenga introducción, nudo y desenlace más allá de preliminares-sexo-orgasmo. El fin de un relato erótico de hecho ni siquiera tiene por qué ser el éxtasis, el quedarse exhaustos, el dormirse al final o irse a hacer otra cosa. Por poder puedes hasta poner el final del relato en medio del meollo del asunto y estaría bien siempre y cuando ahí tengas el desenlace del nudo argumental que has creado. Usa las herramientas que has estado desarrollando para ambientar más allá del plas-plas-plas para darle nuevos matices. Ex-amantes planteándose volver a darse una oportunidad, dos personas que empiezan la noche odiándose y la acaban odiándose pero ahora desnudos en una cama, un protagonista con miedo al rechazo perdiéndolo poco a poco gracias a su amante y sus muestras de afecto y palabras de afirmación, un trío un poco desastroso que gracias a la comunicación entre miembros acaba conectando a la perfección, dos personas que comienzan la noche siendo extraños que no volverán a repetir la experiencia más… Como persona obsesionada con la psicología de personajes sólo puedo decir que pueden salir de ahí tramas que son maravillosas.

 

> Una cosa que se pregunta mucho cuando se trata de erótica… ¿Qué palabras tienes que usar y cuáles no para hablar de los genitales? Bueno, al respuesta es, sorprendentemente, un: pues depende. Esto es, otra vez, una apreciación más personal que general, pero la voy a argumentar bastante para que sea menos mi opinión y más un punto de vista formado.

Hay quien dice que usar palabras como polla o coño es un no como una catedral porque es obsceno y de mal gusto. Yo les digo “pero señora, ¿qué está escribiendo usted, erótica o el diario de oraciones de una monja de clausura? ¿El punto a veces no es de ser, de hecho, obsceno?”.

Tienes que pensar la intención de tu relato primero de todo. Cuanto más “ñoño” y suave quieres que sea, tienes que usar palabras menos específicas. Pene suena más suave que polla, y si hablamos de “su miembro” pues aún más. A veces las cosas son más obvias de lo que parece y puedes saltarte detalles que implicarían el uso de palabras más específicas. Si quieres una erótica dura, obscena, visceral, las cosas se llaman por su nombre. Ni se te ocurra decir cosas como “su soldadito/su flor” o usar diminutivos con todo (braguitas, coñito, puntita, tetitas…) y cosas del estilo. Por lo más sagrado, no, parecerá que estás infantilizando la narración y eso da un repelús importante.

No tengas miedo de usar las palabras que vas a necesitar porque las cosas, al final, tienen un nombre concreto. Tampoco tienes por qué casarte de por vida con una forma de decir las cosas, ve variando o el texto se hará un poco pesado al repetir tanto lo mismo y, oye (y esto lo he usado mucho) si el ritmo de tu historia cambia, puedes también cambiar las palabras que usas para denominar las cosas. Vamos, pasar de decir follar a hacer el amor puede ser un recurso narrativo estupendo si está bien colocado.

Y te digo desde ya que, si quieres poner a tus lectores, sé un poco cerdo. No tengas vergüenza.

 

 

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